martes, 18 de diciembre de 2012

O8 ~ Acaso es... ~

[De nuevo aparecemos en mis sueños... corremos por debajo de la lluvia, no es fría, no es caliente, no es tibia... Tocaba su cabello mojado, y no, no se sentía mojado, ni seco, ni húmedo... Lo único que se escuchaba eran las risas, y lo único que se podía sentir eran los besos, no secos, no pasionales, no románticos, no húmedos, y las risas no eran bonitas, no eran feas, sólo eran risas... Risas y besos.]

- Estoy triste... Le comentaba a la madre de Marc por teléfono.

- ¿Porqué bela?.

- Mi mejor amiga encontró un chico y no es nada bueno con ella, hacen cosas perversas, él no la ama, y yo, yo estoy creando un mundo fantasioso, una mentira que se vuelve mi realidad...

- Bela... No te preocupes, aquí estoy.

[Me colgó, no dijo nada más, escuché a Marc llegando de casa en el fondo así que me apresuré para salir de clase e ir a las habitaciones, sabía que ella le convencería de volver a ese bar de nuevo...]

- Peluca, identificación alemana, maquillaje, dinero, listo.

[Salí de casa y me llegó un texto al facebook móvil...]

Marc: Add me :*

- Solicitud aceptada, Marc ahora se puede comunicar contigo y viceversa, gracias por usar Facebook Móvil -

- ¡Hey!...

- Hola bela ;)

- ¿Todo bien?.

- Sì, ¿porqué tan seca? :x

- Así soy con gente que apenas conozco, ¿problema? e-e.

- No, pronto me conocerás mejor... x3

- ¿Y eso?...

- En 5 llego al bar, ¿nos encontramos?.

- Vaale, y yo que me iba a acercar allá.

- Genial, te veo, hermosa... ;*

[¿Y este que le picó?, pensé extrañada, tenía novia apenas hace una semana; y ahora...]

- ¿Y dónde se escondió el perro?...

- Detrás de tí...

- Oops, invoque a un metalero salvaje.

- Hahaha, ya, vale, ¿cómo sabes que soy metalero?, dijo algo disgustado pero aún simpático.

- Alexandra Simons... ¿La conoces?, estaba muy enamorada de ti últimamente.

- Sí, la conozco...

- ¿Son amigos?, genial.

- No... Ya no.

- Uhm, ¿y eso?...

- Hmpft, no quiero hablar de eso... Te invito una copa.

- Vale, vino rojo, por favor...

- Cómo quieras, hermosa...

[Pidió una botella de vino rojo y nos sentamos en unas mesas bastante escondidas al fondo del bar... De esas en las que se meten los más pervertidos a hacer cosas sucias, algo raro... No había ninguno de esos en ese sitio.]

- ¿Qué hacemos aquí?...

- Serás mi Reina...

- ¿Eh?...

- Escoge, rey o esclavo...

- Uhm, rey... Es más poderoso.

- Entonces, así será...

- ¿Para qué?...

- Uh... Sabes...

- ¿Qué?...

- Siento cómo si te conociese de toda la vida...

- Me alegro, causo ese efecto en la gente...

[Estaba algo asustada porque no me respondió, nos quedamos callados, mirándonos en un perpetuo silencio mientras él servía el vino...]

- Seguro eres un pervertido, ¿o no?, por cómo me trataste la primera vez que nos vimos aquí.

- No, te demostraré que puedo ser un caballero también...

- Claro... Cómo quieras, entonces...

- Tome, madame, su copa...

- Danke, messier...

[Bebimos unas cuántas copas de vino hasta acabarnos la botella, poco después de saciarnos, supongo...]

- Ya es algo tarde, debería llevarla a su casa, madame...

- No, tranquilo, yo sé ir sola por estas calles, además, mi casa queda algo lejos...

- La mía no...

- Uh...

[Algo tramaba el pillo... En fin, se acercó lentamente, me sostuvo la quijada y me besó suavemente, era bueno, no lo dudé...]

- Lo lamento, madame...

- ¿Porqué?, besas bastante bien...

- Porqué eso no es lo que hacen los caballeros...

- En las películas si...

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